“Mas que como artista, me defino como un mensajero”


Entrevista con Bélo, la voz de Haití.

“Un mensaje de esperanza: el sol sale para todos, cada uno tiene las riendas de su destino: todo puede cambiar...”. De esta manera Bélo prologa una de las canciones de su último disco, Natif Natal (Nativo), un artista comprometido con su música, pero también con las causas populares de su tierra… correlato de todos aquellos que buscan un mensaje de justicia, esperanza, conciencia y solidaridad.

>por Federico Poni Rossi

Bélo es cantautor y guitarrista. Su nombre real es Jeal Belony Murat. Nació en Haití, allá por 1979, más precisamente en Croix des Bouquet, una de tantas barriadas humildes y suburbana al norte de Puerto Príncipe, pero se crió en Pétionville, ciudad donde la música siempre ha jugado un importante papel. Creció escuchando a Buju Banton, un cantante de protesta jamaiquino comprometido con las causas sociales, quien fuera su principal referente al momento en que decidió convertirse en un mensajero, en alguien que narra desde una canción la realidad de su tierra y de su pueblo. 
Desde muy chico demostró sus capacidades para la música, actividad que supo conjugar con su compromiso social y político. Tras el terremoto, ocurrido en 2010, su activismo fue en aumento, ya que era él uno de quienes organizaba las campañas solidarias, participaba junto a la Cruz Roja de recitales a beneficio, y personalmente asistía a sus coterráneos en las zonas de emergencia. Mucho de esto se puede ver reflejado en Haití Debout, su segundo disco. Hoy Bélo se ha convertido en el artista mas popular de todo Haití, y su música ha traspasado las fronteras hacia África y Europa, donde la comunidad afro lo ha adoptado como referente y mensajero de las realidades que sufren a diario.
Sus canciones tratan temas muy caros para la sociedad haitiana como el SIDA, la discriminación, la prostitución infantil, la desesperanza, la trata de personas, los derechos humanos, el maltrato hacia las mujeres, la violencia, la pobreza, etc.
Nuestra entrevista se retrasó un poco debido a que un nutrido grupo de sus fans, la mayoría pertenecientes a la importante colectividad haitiana asentada en Rosario, no lo dejaban de abrazarlo, saludarlo, y darle presentes. Él accedió a hablar con cada uno de ellos y de ellas. Es qué Bélo nunca había venido a la Argentina. En ese momento pudimos constatar lo importante que es su mensaje para el pueblo haitiano.
Ya en paz, aunque feliz, nos recibió. Una entrevista difícil para traducir, ya que su lengua madre es el creole, o criollo haitiano, una fusión de lenguas nativas con el francés. De todas maneras, la entrevista siguió su curso y nos permitió tener un registro que sirvió para conocer mejor al artista.


S: -¿Cómo se prepara un show para un público que no te conoce, o que no te ha visto nunca en vivo?

B: -Lo tomo como un gran desafío. Es sorprendente viajar a lugares donde la gente no me conoce y ver sus reacciones. Disfruto mucho de eso.

S: -¿Cuál es el repertorio que estás desarrollando en esta gira?

B: -Algunas canciones del cuarto álbum (que, en realidad, es mi último álbum) y canciones de otros trabajos también. El último material discográfico se llama Natif Natal, que significa Nativo. Y los otros tres, Lakou tranquil (calles tranquilas, 2005), Réference (Referencia, 2008), Háitì Debout (Haití de pié, 2011).

S: -Tenés un estilo bastante ecléctico. Fusionás un poco de todo: folklore, también la canción, tenés toques de funk ¿Cómo definirías tu estilo?

B: -Mi música es como mi país. Una confluencia de sonidos de mi lugar. Haití es un país colorido, con diferentes culturas, diferentes influencias, y así es mi música. Eso es lo que busco reflejar con ella. Precisamente por eso mi estilo está basado en ritmos tradicionales haitianos, pero también en el jazz, el reggae, blues, pop, entre otros. Con todo eso hago una mixtura, pero siempre voy a definir mi estilo como un conjunto de sonidos propios de la diversidad con la que los haitianos convivimos día a día.

S: -Es muy interesante ver que en tus canciones tratás de generar una postal de cuál es la realidad de Haití. Una realidad que es, esde lo artístico, muy poco conocida en la Argentina. Es por eso que me gustaría que hicieras una pincelada de como es la situación actual, desde el punto de vista de un artista, en Puerto Príncipe y en Haití en general.

B: -Primero me gustaría aclarar una cosa: no me defino a mí mismo como artista. Me defino mejor como un mensajero. Así que mi misión principal es la de reportar un mensaje de las cosas que van sucediendo en mi país. Esa es mi tarea como parte de la escena musical. Con respecto a la situación actual, en Puerto Príncipe, desde hace cinco años a esta fecha, luego del terremoto, las cosas han mejorado un poco. Pero podrían estar mucho mejor. Nosotros vivimos una situación límite que nos puso a todos a prueba, y así y todo salimos adelante, con la alegría y la entereza que siempre ha demostrado mi pueblo. Por eso, cuando uno considera a Haití como un país pobre no lo hace en cuanto a su cultura, sino a su condición económica. Nosotros somos ricos culturalmente hablando. Conozco países a los que les hubiese costado mucho más recuperarse de un terremoto tan devastador como el que sufrimos nosotros. En cuanto a Haití, la gente no quiere morirse, todos quieren vivir. Todos aman la vida, y así es que hemos salido adelante.

S: -¿Cuál es, en Haití, la situación de los artistas populares en general y cómo los recibe su pueblo?

B: -En Haití los artistas tenemos hoy mucha libertad para poder decir lo que queramos. No hay nada que se nos prohíba expresar. Yo nunca he recibido presión alguna por parte del gobierno. Soy muy libre. Es por eso que nuestra generación tiene una gran chance, a diferencia de las generaciones anteriores, que vivieron bajo el régimen dictatorial y familiar de los Duvalier. Antes, durante ese régimen del padre y des hijo, que gobernaron dictatorialmente desde 1957 hasta 1986, los artistas populares no podían expresar su música. Eran perseguidos, no tenías espacio en las radios, ni siquiera podías tocar dentro de su casa ya que las reuniones y las manifestaciones públicas o privadas también eran reprimidas. No se podía hacer nada. Cuando su clan fue derrocado, y se restableció la democracia, las cosas por suerte cambiaron.

S: -¿Se puede hacer un paralelismo con lo que ocurrió en Argentina con respecto a la represión?

B: -Sí. Así es. Aquí, como en toda Latinoamérica, se han vivido regímenes similares. Quizás en Centroamérica se haya sufrido más, ya que han sido muy prolongados. Y en varios casos, como el de Haití, se convertían en dictaduras cuyo poder era hereditario. Pero pienso que la responsabilidad es de la juventud, que es quien tiene que pararse y luchar por sus derechos. No dejarse avasallar.

S: -¿Qué generó el terremoto del 2010 en tus canciones?

B: -Luego de aquel acontecimiento, en el cual mi pueblo quedó devastado, sentí que tenía una misión ineludible como cantante popular, y era la de usar mi llegada para transmitir un mensaje que pudiera acercar esperanza a mis compatriotas. A partir de entonces tomé mayor conciencia, y mis canciones reflejan eso. He tratado con ellas de dejar un mensaje, especialmente a la juventud. Una de las canciones de este último álbum dice que “Más allá de las apariencias y crítica de la sociedad, la voluntad de un hombre debe ser capaz de empujar a cumplir su misión y alcanzarla.”

S: -Toda esta nueva era digital, ¿de qué sirvió para la difusión de tu música, y de la música haitiana en general?

B: -Mucho. Hoy no existen los límites que existían antaño. Décadas atrás se hacía muy difícil ingresar una canción en la radio, por ejemplo, pero ahora tienes ICloud, SoundCloud, y un sinfín de soportes que ayudan mucho a los artistas independientes a difundir su trabajo. Podés tener una radio personal, o elegir qué escuchar y cuando. Estamos viviendo un mundo sin fronteras en ese sentido, y en Haití no somos ajenos a eso.

S: -¿Cómo es la escena artística en Haití? Quienes estamos en estas latitudes quizás no accedemos fácilmente a escuchar lo que ocurre musicalmente en tu país ¿Hay otros artistas que, como vos, estén saliendo fuera del país?

B: -Si. Haití es un país muy cultural. El arte fluye en nuestra sangre. Es decir, algunos países tienen petróleo, arroz u otros recursos naturales para exportar. Haití, en cambio, tiene un montón de cantantes, de pintores, de escritores, y eso que no tenemos escuelas de música o de arte. Nosotros nacemos siendo artistas por naturaleza. Eso ayudó mucho a nuestro pueblo a sobrellevar situaciones límites y siempre renacer desde las cenizas.

S: -¿Cómo te recibió el público argentino?

B: -Me sentí muy gratificado. Me gustan los nuevos desafíos, y he tomado este recital como uno de esos. Cuando estoy cantando en mi país, pronuncio una palabra y la gente canta, conoce las letras, y obviamente entiende el idioma. Pero acá tengo que hacer que me entiendan, no mis letras, sino mis emociones, lo que quiero que sientan, lo que yo siento.

S: -Contanos sobre Natif Natal, tu último disco…

B: -Realmente hay que escuchar todos mis álbumes porque cada uno es un proyecto diferente. El mismo artista pero otro proyecto. Haití Debout (Haití levántate, o Haití de pie), que lo edité en 2011, a pocos meses del terremoto, se lo dediqué a mi pueblo, a la fuerza de todo el pueblo haitiano y a la entereza con que enfrentamos esa terrible situación. Con el tercer álbum, además, comencé a explorar aún más las raíces rítmicas africanas de Haití. Ese trabajo se ve de manifiesto en ese disco. 
En el último álbum se puede sentir una experiencia superadora y distinta a la del tercer disco. Natif Natal (Nativos) pasa revista de las luchas sociales y emocionales, el amor y la necesidad de pertenecer. Son canciones con mensajes claros y que narran historias simples, pero que enseñan una realidad concreta. Entre las canciones que grabé también hay una que se llama “Pa Lage Sa” (“No te mueras”), en homenaje al gran Nelson Mandela, quien ha sido un referente fundamental para mí, y lo es para toda la comunidad afrodescendiente. Ese disco obtuvo una prenominación a mejor disco por la Academia Grammy, así que estuve cruzando los dedos para que se materialice la nominación, que lamentablemente no pudo ser, pero bueno, eso me llenó de expectativas sobre la forma en que venimos trabajando. Lakou Tankil, que fue el primero de todos, tuvo un relativo éxito, pero ha sido atesorado por los haitianos como un álbum que intenta reflejarnos como pueblo. Mis cuatro álbumes han sido experiencias muy distintas una de otra. 


UN POCO DE HISTORIA
Haití ha sido uno de los estados americanos más golpeados por el imperialismo a lo largo de su historia. A principios del s. XIX, era una antigua colonia francesa, la máxima potencia exportadora de materias primas hacia Europa, inclusive por encima de los Estados Unidos. Su población era de afrodescendiente que habían obtenido su libertad en tiempos de esclavitud. Tanto es así que su temprana independencia, el 1 de enero de 1804, irradió a países como los Estados Unidos de ideas antiesclavistas que motivaron decenas de rebeliones y conflictos. Además, fue inspiradora para los libertadores sudamericanos. En sus tierras estuvieron exiliados Manuel Dorrego y Simón Bolivar, entre otros. Este último recibió barcos, armamentos y combatientes de parte de Haití para poder concretar la campaña independentista de América del Sur. 
Durante toda su historia, tanto Francia como Estados Unidos no han dejado de hostigar a este pueblo sumiéndolo en una pobreza económica extrema y visibilizada para muchos de nosotros a partir de 2010, cuando un terremoto azotó a Haití, destruyendo gran parte de este pequeño estado y causó una crisis humanitaria extrema.

#Publicada en Sudestada+Mascaró de marzo de 2015

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